Casi todos los viajeros del metro evitan mirarse entre sí.
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Es verdad: casi todos los viajeros del metro evitan mirarse a los ojos.
Los hay que se quedan mirando a otras personas, por la razón que sea, pero, en cuanto son descubiertos, retiran la vista. Los recalcitrantes son poquísimos.
Qué gran verdad… Yo soy de los que me pongo a hablar con cualquiera, pero en el metro (de Madrid, en este caso) me ha sido imposible entablar ninguna conversación, y sólo dos intercambios de miradas de estupefacción ante un tercer viajero. Una vez había uno con unos cascos a toda pastilla, donde se podía apreciar la música salsera que escuchaba ¡desde 3 metros de distancia! y la otra vez, a la 1.00 de la mañana, nos quedamos alucinados con un tipo que se puso a hablar en chino con una señora china que se acababa de encontrar.
El otro día me comentaba Josep, que cuando sale la gente del metro por las mañanas (yendo al trabajo) es una situación extrañísima. Muchísima gente, pero ninguna voz. Todos están metidos en su mundo, y sólo se oyen sus pies… A ver si conseguimos hacer un vídeo de esto.
Dice el artículo de Apuntes del Natural, que esta situación provoca que la gente lea. Eso está bien. Leer es bueno, mientras no se demuestre lo contrario. Y tener un rato todos los días para leer, mejor todavía, aunque sea forzado. Aunque seguramente nos aportaría más hablar con el de al lado… No sé. Creo que si alguna vez vivo por aquí, y voy en metro… me llevaré mi MP3 y un libro/periódico; tampoco vamos a cambiar ahora el hábito a millones de personas, ¿o sí?
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No sabes la razón que tienes. Durante el curso pasado me leería 6 ó 7 libros en mis viajes en metro a la facultad. Es curiosísimo que cuando en el metro dos personas están hablando hay gente que miramos como se estuvieran molestando: "a ver si se callan y leo en paz"; ni el ruido del metro molesta, es parte de la lectura.