Archives

Categories

Subscribe to Blog via Email

Enter your email address to subscribe to this blog and receive notifications of new posts by email.

Archive by category "In Spanish"

Rodeando Ibiza

La salida del puente de mayo (4 días) pintaba perfecta: dos barcos, 13 tripulantes (para 4 de ellos, éste era su bautismo náutico), patrones repartidos equilibradamente entre los dos barcos, y un plan de dar la vuelta a la isla de Ibiza.  Lo único que no estaba en nuestra mano, fue lo que marcó el viaje: la meteorología. El Mediterráneo llevaba expuesto dos o tres días al viento de Levante, y la primera noche, la de la travesía de Alicante a Ibiza, teníamos mar de fondo de 1,5 metros por la amura, y unos 10-13 nudos de viento. Aunque esas condiciones no son peligrosas, sí que son bastante incómodas: de los 13 tripulantes, 8 conocieron el límite de sus estómagos en cuanto a mareo se refiere.
ibiza201705-2
El primer cambio de planes llegó nada más avistar Ibiza: en lugar de pasar la noche en cala Salada, acabamos yendo al puerto de San Antonio, para poder volver a pisar tierra firme y desquitarnos de la travesía de 18 horas y casi 100 millas. Allí comprobamos el primer daño: nuestro barco había sufrido la rotura de la contra durante la travesía, aunque afortunadamente no impedía proseguir la navegación. También pudimos disfrutar de una pequeña inspección de documentación de la Guardia Civil.

Untitled

Tras pasar la noche en San Antonio, zarpamos en dirección norte para proseguir con nuestro plan. Suave navegación con mar de fondo de popa, y viento de través, y llegamos a comer al Puerto de San Miguel, que no es un puerto deportivo, sino un puerto natural (cala), en la que nos bañamos disfrutando del entorno natural característico de las Pitiusas. Aprovechamos esta parada también para grabar algún vídeo con el dron, y un par de los tripulantes también se bajaron aquí, ya que la idea de otra travesía de vuelta (aunque no iba a ser igual) no les seducía en absoluto.

Untitled

Por la tarde, emprendimos camino de Cala Llonga, con el objetivo de, esta vez sí, pasar la noche fondeados. Como había rachas de viento bastante fuerte, tratamos de no ir demasiado pegados a la costa, donde las rachas se perciben mucho más, y acabamos siguiendo un rumbo demasiado abierto que nos alargó demasiado esta travesía. Además, tuvimos la segunda avería de esta travesía: se nos rompió un rizo, otra avería más aparatosa (por lo ruidoso del momento) que peligrosa, pero que contribuyó a que nos dirigiéramos al puerto de Santa Eulalia, también porque se estaba haciendo de noche, lo cual es desaconsejable para un fondeo, especialmente si es una cala “desconocida”. Este es el único puerto de Ibiza que me faltaba por conocer, y me pareció carísimo, probablemente por su cercanía a Ibiza.
El lunes y la travesía hacia Espalmador, en Formentera, ayudó a hacer las paces con el mar a todos aquellos que habían sufrido un poco “de más” en el camino hacia Ibiza: sol, sin mar de fondo, y viento suficiente para navegar a vela… Espalmador no decepcionó, y pudimos comer y descansar toda la tarde. También nos trajo un tercer accidente, esta vez no en el barco, sino el dron, que tuvo una avería (probablemente por una de las hélices) y acabó cayendo de una altura de 200 metros al mar…

IMG_20170501_121646

Al atardecer, emprendimos el camino de vuelta hacia Tabarca, y el mar como un plato. Una vez en rumbo, a las pocas millas de Formentera, pudimos disfrutar de una puesta de Sol espectacular, y el ambiente durante la noche fue distinto: se podía dormir, o no, y el estado general permitía estar de buen humor y de conversación. En esta travesía nos cruzamos con varias flotas pesqueras, algunas faenando y otras dirigiéndose a ello, pero sin pasar tan cerca como en la travesía de noviembre.

IMG_20170501_202657

El amanecer nos pilló frente a la costa alicantina, y la mañana terminó de ser un agradable paseo hasta llegar al ansiado premio del arroz en Tabarca, adonde llegamos con puntualidad británica tras 17 horas de travesía. El arroz y el paseo por la isla fue la guinda del pastel, de un viaje que fue de menos a más, y que no olvidaremos fácilmente.
 ibiza201705-1

Tabarca – La Vila

Salir a navegar por la Costa Blanca tiene sus ventajas. La mayor de ellas: el tiempo, generalmente (toco madera), es bueno en casi cualquier época del año, y la fecha elegida para la primera salida de la temporada, el segundo fin de semana de abril, no decepcionó. El mar como un plato, sol, buena temperatura, y hasta un poco de viento para poder disfrutar de la navegación a vela.

tabarca-la vila

La tripulación en esta ocasión estaba formada por unos cuantos compañeros de trabajo y el gran Jaime que vino desde Sevilla para la ocasión. Como viene siendo habitual, salimos del puerto de Alicante, y el viernes por la noche nos adentramos en las deliciosas tapas de la gastronomía alicantina.

IMG_20170407_215653

El sábado por la mañana, tras un desayuno bajo las faldas del monte Benacantil, zarpamos en dirección a Tabarca. Sin prácticamente viento, llegamos al fondeadero Sur de Tabarca, enfrente de la playa, que se encontraba más vacío de lo que yo esperaba teniendo en cuenta el tiempo que hacía, y que era el sábado anterior a Semana Santa… Allí fondeamos sin problemas, y algún valiente pudo darse un baño, antes de que nos recogieran para llevarnos a tierra a comer un arroz “del senyoret” y explorar un poco la isla, llegando a la zona de la antigua cárcel.

IMG_20170408_150503

Por la tarde, emprendimos el camino de La Vila, que era el puerto donde pretendíamos pasar la noche. Aunque hacía viento, no daba suficientes garantías de que nos permitiera llegar con luz a puerto, y optamos por la combinación de velas desplegadas y motor. En esta travesía, que fue aprovechada por buena parte de la tripulación para descansar de la dura semana, lo único destacable fue encontrarnos de frente con una patrullera de Aduanas que no debió ver nada sospechoso a bordo.

El domingo zarpamos del puerto de La Vila nuevamente con el mar como un plato, y poco viento y decidimos rodear la isla de Benidorm antes de volver tranquilamente costeando hacia el puerto de Alicante. Tanto el viento como el mar nos entraba por la la aleta de babor, por lo que la navegación fue placentera y a buen ritmo, dejando de utilizar el motor totalmente a media mañana. Comimos en travesía, saludamos a la familia en la distancia a la altura de Campello, y una vez librado el Cabo Huertas, como todavía teníamos tiempo, nos dedicamos a hacer unos cuantos virajes para desentumecer los músculos y que la tripulación no experimentada tomara conciencia de lo divertido que puede ser la navegación a vela. Tras esto, llegada a puerto, repostaje y atraque (en segundo intento).

P1150417

En resumen, la primera salida náutica de la temporada fue un éxito, y ahora toca preparar las siguientes, que tienen un poco más de enjundia.

Subida al Puig Campana

Después de decir que sí a hacer una ruta de senderismo el domingo pasado, por Alicante me di cuenta que iba a ser la primera ruta “seria” de este tipo que hacía en Alicante… Y menudo estreno. La ruta era calificada por los organizadores, el Ayuntamiento de El Campello, como de Dificultad Alta, de 15 km de longitud, y 1000 metros de desnivel… Bueno, según mi GPS, fueron 18 km, 1278 metros de desnivel, y dificultad infinita.
puig campana
El Puig Campana es una de las montañas más emblemáticas de la Bahía de Alicante, y uno de los picos más altos de la provincia. Toda una referencia para los que vivimos por la zona, y con una bonita leyenda sobre el origen de su curiosa forma: un gigante enamorado le dio una patada a la montaña, provocando el característico tajo y formando la cercana isla de Benidorm.

Untitled

La ruta la empezamos en el pueblo de Finestrat, ya que al autobús no podía subir más. De esta forma, el primer tramo hasta la Font del Molí, venía “de extra”. De la Font del Molí emprendimos la ruta circular alrededor de la montaña, dejando “el kilómetro vertical”, de lado. Esto es una ruta que sube “directo” a la cima (1000 metros de desnivel), sin rodeos, por un camino de piedras, y con una pendiente espectacular… Pero nosotros fuimos “poco a poco”. Seguimos la ruta circular, un PR muy bien señalizado, hasta el Coll del Pouet. En este punto, en la cara Norte de la montaña, el camino se bifurca en una ruta de unos de 2 km de subida para salvar los 600 metros de desnivel restantes, o la continuación de la ruta circular.

Untitled

Cogimos, por supuesto, el ascenso hasta la cima, con un “agradable” viento, que en ciertos momentos venía con rachas bastante fuertes, con nubes que impedían disfrutar del fantástico paisaje, y con una sensación térmica no todo lo agradable que podría haber sido. Hicimos cima rápido, fotos, y a regresar al Coll del Pouet, donde hicimos una rápida parada para comer, y terminar la ruta en Finestrat donde la habíamos comenzado, casi 8 horas después de haber partido.

Untitled

Formentera

Con el reciente cambio de legislación, los Patrones de Embarcación de Recreo, podemos “cruzar” a las Baleares desde la Península. Hacer esto, que ya había hecho un par de veces de tripulante, como patrón, era un objetivo para 2016, y la primera semana de junio parecía perfecta para cumplirlo.

ibiza-general-840x400

La elección de la fecha estaba condicionada porque mi amigo Javi iba a hacer dicha travesía desde Denia, y mi primera vez quería que fuera con alguien de confianza cerca, por si las moscas la mente flaqueaba y necesitaba algo de apoyo. Así que el momento estaba fijado: miércoles por la noche ida, y domingo por la mañana, vuelta. Sólo quedaba elegir puerto de salida (Alicante), y fijar un tiempo antes y después para llegar a las cercanías del Cabo de la Nao para que nuestras rutas fueran similares.

Así, partimos de Alicante el martes por la mañana, con rumbo a la bahía de Altea. Navegación tranquila hasta la cala de la Mina (A), donde las boyas allí instaladas nos dieron un buen cobijo para la esa noche. Primera vez que todos los de la tripulación pasaban fuera de puerto, con todo lo que ello implica.

ibiza-costablanca-640x600

El miércoles por la mañana fuimos a Moraira (B) donde pasamos el resto del día tranquilamente en El Portet, aprovechando para hacer unas compras, y repostar agua y gasolina en el Puerto. Al anochecer, empezaron a llegar las primeras olas como consecuencia del viento sur que llevaba soplando todo el día, y que nos ayudaría en la travesía a las Pitusas, y levantamos el fondeo, para dirigirnos al norte, y a la altura del cabo de la Nao, emprender rumbo 90 en dirección a la playa de Ses Illetes, con picos de 8 nudos de velocidad gracias al viento de través constante

Como en casi cualquier travesía, en esta tampoco faltaron las anécdotas.
En primer lugar, descubrimos que a nuestro barco no le funcionaba la luz de alcance, así que la suplimos con la de fondeo, que aunque no reglamentaria, sí permitiría a los otros barcos vernos si venían por detrás.

_MG_9717

En mitad del canal, además de tener que maniobrar para esquivar un carguero (algo más o menos normal, y hasta previsto), también nos encontramos con una flota de barcos pesqueros, justo en nuestra trayectoria.

IMG-20160603-WA0040

Gracias al AIS, confirmamos que estaban parados, por lo que podíamos acercarnos tranquilamente y pasarles por la proa, para evitar sus redes. Por si acaso no lo teníamos claro, cuando estábamos a un par de millas, nos llamaron por radio, para preguntarnos nuestras intenciones. La conversación fue tal que así: “Buenos días. ¿Nos habéis visto?” “” “¿Y a mis compañeros que están a mi proa y a mi popa?” “” “Ah, pues pasadnos por nuestra proa, eh?” “” Aún así no debió de quedarse muy tranquilo y nos apuntó con una linterna cuando le pasamos. Unas millas más adelante, volvimos a repetir la operación, nuevamente nos llamaron, nuevamente les tratamos de tranquilizar, y nuevamente les esquivamos sin apenas variar nuestro rumbo. En esta segunda maniobra, desde nuestro barco amigo, también nos llamaron preocupados (en el radar parecía una colisión).

_MG_9667

Parecía que todo lo difícil había acabado, y dejé a los dos tripulantes que estaban de guardia solos en cubierta con una premisa clara: “vuelvo en unos minutos -cosas de la naturaleza-, si veis algo raro, bajad la potencia del motor (el viento había caído mucho), y ya subiré”. Al minuto de haber bajado, oigo como baja la potencia del motor (extraño, no había nada hace un minuto), y al segundo minuto habían bajado a por mí: “Nacho, hay algo raro por proa”. Cuando subí, la visión era realmente espeluznante, de poner los pelos de punta: una gran bola naranja… con forma de media luna. Parece que la vigilia les empezaba a hacer mella y en lo que era una luna en cuarto creciente saliendo por el horizonte, ellos estaban viendo una especie de vela de un barco fantasma o similar.
Además, a mitad de la travesía, empezamos a ver unos destellos luminosos que salían de debajo del barco y se quedaban atrás, y que concluimos que eran medusas a las que asustábamos con nuestro avance.

IMG_0618

Al par de horas empezó a amanecer, y llegamos a la hora del desayuno a Ses Illetes (C), en Formentera, donde una hora más tarde llegaba el otro barco, que había ido a unas 8-10 millas de nosotros todo el camino.

_MG_9737

Bañito reponedor, comentarios sobre la travesía, primeros pasitos con la Zodiac (dos días después seríamos íntimos con ella, pero ese primer día no fue precisamente un camino de rosas), paseo por la playa, fotos de postureo, cerveza, comida a bordo y rumbo a Cala D’Hort (D) en Ibiza.

ibiza-ibiza
La parada en Cala D’Hort venía un poco obligada por la necesidad de que una tripulante cogiera un avión de vuelta (no estaba asustada, no, pero tenía una boda en la Península). De paso aprovechamos para tomar algo con mis amigos ibicencos.

20160603_135307

Al día siguiente, tras desembarcar a Sofía, nos dirigimos de vuelta hacia Formentera, con una parada en Ses Salines (E), incluyendo chiringuito ibicenco, y presenciando una inspección de la policía de Aduanas a uno de los catamaranes vecinos, que duró una hora larga…

20160604_104922

De ahí nos dirigimos a Cala Saona (F), una de esas calas que te hace preguntarte por qué la gente irá al Caribe en busca de playas. Aquí pasamos una noche plácidamente fondeados. A la mañana siguiente, nos dimos un paseo por los acantilados, y emprendimos ruta de navegación hacia Espalmador (G), uno de los sitios más impresionantes del archipiélago, en cuyo campo de boyas pasamos nuestra última tarde y noche en las Pitiusas.

_MG_9742

A la mañana siguiente, al amanecer, salimos de vuelta hacia la Península, con un rumbo ligeramente Sur para llegar a Calpe (H), y de nuevo tuvimos suerte con la meteorología, ya que el viento empezó a soplar a unos 8-10 nudos con componente norte, lo cual hizo la travesía amena y rápida.

20160604_203817

En Calpe nos quedamos en el puerto, para reponernos de las penurias de no haber tocado puerto en 4 días, y el último día, lunes, volvimos a Alicante en un día excesivamente tranquilo (para mi gusto). Esa tranquilidad, no obstante, permitió la toma de sol tranquila con el suave mecer de las olas, como colofón a una gran semana de vacaciones en la primera semana de calor de la temporada. Plan perfecto.

Travesía a la Manga del Mar Menor

La salida náutica de mediados de mayo empieza a ser un ritual y esta vez, repitiendo base (Alicante), salimos hacia el “desconocido” Sur de la Isla de Tabarca. El plan era llegar al Mar Menor del tirón el primer día y volver tranquilamente en dos. Esto es muy útil para los tripulantes no iniciados: si sobreviven al primer día, aguantan todo.

mangamarmenor

La predicción reforzó nuestra idea inicial: el fuerte viento de poniente empujaría al Malta Blue hacia el Sur rápidamente. Así que cogimos todos los rizos que pudimos, repartimos Biodramina, y emprendimos el camino del Sur lo más separados de la costa que podíamos para minimizar las rachas de viento que se cuelan por los valles.

CostaAlicanteMurcia-Mayo2016-14

El fuerte viento por la tarde se convirtió en muy fuerte, con rachas de 25-30 nudos, y unas cuantas horas con el barco muy escorado. Así, llegamos a los diques del Canal del Estacio, donde esperamos la hora en la que se abriría el puente levadizo que esperábamos nos condujera al Mar Menor, donde disfrutaríamos de un fondeo tranquilo…o no.

CostaAlicanteMurcia-Mayo2016-4

En cuanto llegamos al Mar Menor, cambiamos de idea. La combinación fuerte viento y el bajo fondo del Mar Menor había convertido nuestro soñado fondeo relajado en una suerte de río bravo que nos hizo conocer el mayor puerto deportivo de España: el Tomás Maestre (A).

CostaAlicanteMurcia-Mayo2016-28

Al día siguiente, navegamos un poco por la mañana por el Mar Menor, nos dimos un baño en mitad del mismo, y enfilamos de nuevo el Canal del Estacio en dirección al Mar Mayor. Este nuevo cruce fue bastante espectacular: nos colocamos en la “pole” de una flota de 15 o 20 barcos que lentamente cruzamos hacia el Mediterráneo… Ir avanzando por el canal esperando que el puente se abra antes de que tú llegues es ligeramente emocionante.

CostaAlicanteMurcia-Mayo2016-38

Ya en el Mar Mayor, con una meteorología mucho más apacible, pero que todavía nos permitía la navegación a vela, nos dirigimos a Cabo Roig (B). Aquí pasamos un agradable fondeo a mediodía, para acabar navegando por la tarde a la Marina de las Dunas de Guardamar (C), en la desembocadura del río Segura. Si estás leyendo esto: ojo con el canal de entrada y su baja sonda…

CostaAlicanteMurcia-Mayo2016-41

El último día, vuelta al puerto de Alicante, con la parada de rigor en Tabarca (D) para comernos un buen arroz en Gloria. Con todo los imprescindibles completos, vuelta al puerto de Alicante a tiempo de repostar, y coger el tren de vuelta a Madrid… antes de la siguiente salida.

20160516_152656

Photos by Sara.

Olemiswebs